miércoles, junio 11, 2008

Sueño o Realidad

Lo debo haber soñado. La realidad, en ocasiones, parece una ensoñación. Y lo sueños, otras veces, parecen la realidad. A veces he querido no despertar y seguir en mi mundo onírico.

En mi sueño me encontraba en una ciudad de cielo grisáceo, cuando de pronto las nubes aparecieron y cayó una pequeña lluvia. El agua producto de aquella lluvia se fue filtrando y el resto se evaporó una vez terminada. No vi pozos o charcos que me dificulten el andar, las calles estaban hechas para que así fuera.

Seguí caminando y crucé una avenida a la señal de un -inteligentemente colocado- semáforo, que anunciaba su luz verde mediante un sonido intermitente para que los invidentes pudieran seguirlo. Seguí mi rumbo incierto y me pareció extraño no oír bocinas de autos... aunque éstos estaban ahí, pero al parecer, seguían una especie de invisible orden y coordinación. Ninguno realizaba arriesgadas maniobras bloqueando el paso de los que venían detrás.

Luego vi un autobús que llegó a donde yo estaba, me dí cuenta que estaba en un paradero, el cual tenía indicado que líneas se detenían en ese lugar y un plano del recorrido de las mismas. Abrí mi mano y vi que sujetaba un ticket. No recordaba cómo lo había conseguido, pero subí al autobus y lo introduje en un dispositivo que me indicó que me quedaban 4 viajes más.

Una chica preciosa, que vestía un traje de la india -y de rostro familiar- me dijo que la mayoría de gente se movilizaba por las entrañas de aquella ciudad usando trenes que corrían por el subsuelo, los llamaban "metros". Ella me llevo a una de las estaciones de galerías subterráneas. Habían muchas escaleras eléctricas, y la gente siempre dejaba un 'carril libre' -el de la izquierda, generalmente- para quien deseara subir o bajar con prisa por ellas.

La dulce chica -que fui reconociendo- me llevó a una librería, con muchos libros en varios idiomas, muchos comics e historietas. Algunos jóvenes estaban sentados en el suelo leyéndolos, no había ningún vendedor que se lo impidiera, luego me hizo conocer una isla, la isla estaba vacía y me dijo que la siguiera...en eso escuché una alarma... mi alarma... un despertador. A lo lejos vi un avión, vi el mar, vi mi reloj, abrí los ojos y me desperté.

Todo fue muy real... ¿lo soñé o realmente lo viví? Antes que acabe este año lo sabré.