martes, octubre 12, 2010

Amor embotellado

Era un aroma dulce y conocido. Miguel se sorprendió de cómo un perfume podía hacerlo viajar al pasado y perderlo en los recuerdos. Hasta ese momento nunca se había preguntado si el origen de ese aroma era un shampoo, un gel de baño o una colonia. Eso ya no importaba, ahora lo había vuelto a sentir, tan familiar como siempre, tan cercano, tan suyo. Tuvo que resistirse a cerrar los ojos y dejarse llevar en él.

-Ese perfume que usas ¿es francés no es así? - preguntó Miguel.
-Sí, se llama "Amor Amor"- contestó ella.
-Vaya, cuántos recuerdos- dijo Miguel, desviando la mirada de sus pechos.

Ella lo miró extrañamente, y siguió escribiendo en el papel.

-Ya está, es mi número para cualquier emergencia.
-Gracias Wendy -contestó Miguel.
-De nada, y bienvenido al piso- dijo la austriaca.

Miguel entró a su nueva habitación, cogió la guitarra y se tumbó en la cama mirando el techo. Se trataba del mismo perfume que usaba Connie.